Cada vez que inicio un caso nuevo, lo primero que suelo preguntar a mi cliente es si alguna vez ha sido hipnotizado. La respuesta más frecuente que recibo es negativa, por lo común, no tenemos conciencia de haber sido hipnotizados alguna vez, aunque un pequeño porcentaje admite haber subido a un escenario a “bailar como pollito” o realizar públicamente alguna otra actividad en estado de trance hipnótico.

En base a lo anterior, quiero informarle, mi estimado lector/a, que la hipnosis es un proceso tan natural y rutinario, que toda conducta aprendida, llámese conducir un automóvil, tomar una ducha, o ir de compras a un supermercado, ya no digamos leer o escribir, es resultado de un proceso de naturaleza hipnótica, el cual se ha producido debido a que determinada información ha tenido acceso a nuestra mente subconsciente, donde ha quedado grabada y reforzada a traves de la repetición más o menos constante. De la misma manera que tal información ingresó para ser grabada, es decir, aprendida, así mismo puede ser “desaprendida” (permítanme la expresión), mediante el ingreso de información nueva y diferente, lo cual representa, en Hipnoterapia, la base de la transformación consciente o de la sanación emocional que trae como consecuencia un cambio de actitud y de conducta. 

A través de la historia de la humanidad, pocas profesiones, disciplinas o artes curativas han sido tan mal entendidas y degradadas como la hipnosis, más recientemente, la Hipnoterapia. En mi consulta diaria, he tenido la oportunidad de escuchar cualquier cantidad de opiniones e interpretaciones al respecto; en la mayoría de tales creencias populares puede apreciarse fácilmente la influencia del cine y la televisión, donde suelen tratarse estos asuntos bajo la lupa de una realidad distorsionada y alarmista, aumentando la confusión e ignorancia al respecto.

La expliación más elemental que me gustaría compartir con ustedes, es que la Hipnoterapia es un proceso mediante el cual, el hipnoterapeuta induce al individuo a un estado especial de conciencia, donde el paciente tiene siempre control total de la situación. El propósito es acceder a la mente subconsciente, la cual representa el archivo personal que todos poseemos, donde se encuentra grabada la información de todas nuestras experiencias pasadas. Las razones para ingresar a ese lugar son de carácter estrictamente terapéutico, desde el punto de vista emocional y transformador. 

En mi práctica profesional, la hipnosis representa la herramienta que utilizo para acceder al origen de una conducta o situación indeseable en la vida del individuo, una vez allí, mediante un profundo conocimiento de la naturaleza humana, así como de la capacidad para establecer una comunicación interpersonal basada en solidaridad y amor al prójimo, se realiza el trabajo terapéutico, bajo un enfoque de cuerpo, mente y espíritu.

En una sesión de Hipnoterapia, el cliente siempre tiene el control de todo lo que dice y hace, incluso de suspender el proceso en el momento que así lo desee; más aun, ninguna persona puede ser hipnotizada en contra de su voluntad. Incluso, aquellos que, sobre un escenario, realizan actos que en sus vidas diarias nunca harían, mucho menos ante un público numeroso, lo hacen hacienda uso de su libertad de elección y con plena conciencia. Ningún hipnotizador es poseedor de “poderes sobrenaturales”, ni tiene la facultad de obligar a una persona a realizar actos que vayan en contra de sus deseos, mucho menos de sus valores morales. Lo anterior representa uno de los temores básicos, y perfectamente naturales, que todos podemos experimentar ante la sola idea de poner nuestra voluntad en manos de alguien más. En Hipnoterapia eso jamás ocurre.

Finalmente, quiero repetir que, en base a la premisa de que toda conducta o situación aprendida por nuestro subconsciente puede ser “desaprendida”, modificada en alguno de sus componentes o totalmente sustituída por otra, se antoja posible y hasta lógico pensar que cualquier adicción, llámese alcoholismo, drogadicción, tabaquismo, compulsión al comer, juegos de azar, etc., o cualquier conducta o situación indeseable como ansiedad, estrés, insomnio, dolor físico o emocional, miedos, fobias, co-dependencia emocional, etc.; pueden ser atendidas por medio de una terapia emocional basada en hipnosis, es decir, Hipnoterapia.

Si usted jamás ha intentado un cambio, o si ya ha probado otros métodos sin obtener los resultados deseados, probablemente la Hipnoterapia sea para usted.